Hace casi cuatro años Peter Chou, fundador de HTC, salía ovacionado de una sala de la sede central de la compañía en Taiwan. Acababa de presentar los nuevos terminales que dibujaban un futuro brillante para la compañía. Microsoft era el compañero de viaje elegido con su sistema operativo Windows Mobile y los rivales a batir eran Nokia, Motorola, Samsung, Alcatel o Siemens. Hoy los aplausos han tornado en abucheos. HTC se desangra lentamente en bolsa tras anunciar continuos ‘profit warning’ y un desplome de ventas respecto al año pasado de un 27%.
Entre 2009 y mediados de 2011, en poco menos de año y medio, la compañía experimentó un repunte en bolsa del 80%. Los analistas estaban encandilados con la última perla asiática pero no podían llegar a imaginar el escenario en el que hoy se mueve la compañía. Apple y Samsung, los dos colosos del mercado de terminales móviles, siguen arrasando con todo lo que encuentran a su paso, repartiendo estocadas entre todos los fabricantes del sector. En concreto, el fabricante coreano no ha dejado de comerle cuota de mercado en Asia a HTC hasta llevarla al ostracismo bursátil.
En el caso de la compañía con sede en Taiwan, los números hablan por sí solos. Las últimas cuentas presentadas, correspondientes al segundo trimestre del año, han revelado unos ingresos que alcanzan poco más de 3.000 millones de dólares. El futuro no es nada optimista. Las estimaciones para el tercer trimestre fijan en un 22% la caída de las ventas hasta los 2.500 millones de dólares.
Mientras esto sucede, a pie de parqué se da una paradoja que ilustra la situación del sector en el continente asiático. En las últimas 52 semanas las acciones de HTC se dejan casi un 70% mientras que las de Samsung suman este mismo recorrido. Más todavía, a un año vista los analistas estiman que el precio objetivo de la primera caerá en un 20%, mientras que el potencial alcista de la coreana asciende hasta un 22%.
Tras los pasos de Nokia
Las turbulencias que sacuden HTC recuerdan inevitablemente a la caída de otro de los referentes de este mercado. La finlandesa Nokia, antaño gran referencia del mercado, hoy languidece ahogada por la voraz competencia que ejercen en el mercado Apple y Samsung.
Entre 2007 y mediados de 2008 las acciones de Nokia acumularon una subida del 70% en bolsa tras la que los títulos se desplomaron un 90% en los años siguientes hasta nuestros días. Una trayectoria similar presenta HTC. Sus títulos repuntaron un 75% en año y medio (entre mediados de 2010 y 2011). Ahora en lo que va de 2012 la firma se deja un 70%.
Ambas compañías tienen en común sus vínculos con Microsoft, una alianza de la que HTC comenzó a recelar en 2009 hasta entregarse a los brazos del sistema operativo Android un año después. Hoy el sistema Windows Phone es la tabla de salvación a la que se encomiendan estas dos compañías para afrontar un futuro incierto.
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