David Murcia Guzmán, el cerebro de una sofisticada pirámide financiera que en tres años se hizo ilegalmente de más de $2,000 millones de dólares, fue extraditado el martes a Estados Unidos bajo cargos de lavado de activos, informó la policía.
Comparecerá en EU
El general Luis Gilberto Ramírez, comandante de la policía judicial (Dijin), dijo a los periodistas en el aeropuerto antinarcóticos de la policía que "estamos garantizando que (Murcia) comparezca ante las autoridades" de Estados Unidos.
Ramírez agregó que el operativo de extradición se inició a las 4:30 de la mañana (9:30 GMT) en la cárcel La Picota del sur de Bogotá. Tras ser trasladado de ese penal al aeropuerto antinarcóticos, Murcia fue entregado por la policía colombiana a ocho funcionarios de la agencia antidrogas de Estados Unidos o DEA.
"Yo hablé con él (Murcia) antes del 24 de diciembre. Está muy tranquilo. Está preparado tanto sicológica como judicialmente para ir a los Estados Unidos. Tiene expectativas, pero realmente está muy tranquilo y tiene la esperanza de que allá tenga un juicio justo", aseguró Aidé Trujillo, unas de las abogadas de Murcia en Colombia.
Lavado de dinero
El avión que lleva a Murcia al país del norte hará primero escala en Miami y finalmente aterrizará en Nueva York.
Una corte del Distrito Sur de Nueva York requiere a Murcia desde marzo pasado para que responda por un lavado de activos superior a los dos millones de dólares, de acuerdo con copias de la acusación estadounidense.
Hace 10 meses, las autoridades norteamericanas solicitaron la extradición de Murcia y de seis de sus principales socios en Colombia. "Entre marzo 11 de 2008 y mayo 9 de 2008 (Murcia y sus socios) realizaron aproximadamente 18 transferencias electrónicas de $2,1 millones que fueron depositadas en la cuenta de Merrill Lynch", advirtió en su momento el tribunal de Nueva York.
Multa millonaria
El 16 de diciembre, un juez colombiano condenó a Murcia a 30 años y ocho meses de prisión por los delitos de lavado de activos agravado y captación masiva y habitual de dineros. Además, conminó a Murcia a pagar una multa de unos 25 mil millones de pesos (cerca de $12,5 millones).
En abril del 2005, Murcia, de 29 años, creó una firma llamada DMG que operaba principalmente en remotos y empobrecidos poblados del sur del país y en poco más de tres años, de acuerdo con la Fiscalía, captó millones de ahorradores a los que ofrecía intereses astronómicos de más de 100% al mes, un negocio conocido en Colombia como "pirámides".
Al menos 200 mil personas se han registrado ante las autoridades financieras como víctimas de DMG, que fue cerrada por el gobierno en noviembre del 2008 y que comenzó a repagar a los clientes, a mediados del año 2009, cifras cercanas a los $100.
Dinero y bienes decomisados
Las autoridades han decomisado a Murcia bienes muebles y dinero en efectivo que estaba en oficinas de DMG --unos $20 millones-, una pequeña porción de los fondos que estiman que manejó.
Murcia fue capturado en noviembre de 2008 en Panamá y deportado a Colombia. A la misma causa que se le abrió a Murcia en Bogotá también fueron vinculados su madre, su esposa y uno de sus cuñados.
Las autoridades colombianas han dicho que Murcia habría lavado dinero de las actividades de narcotráfico de la guerrilla y el paramilitarismo. Por ese delito, sin embargo, no fue investigado en Colombia.
Algunos políticos y funcionarios públicos están siendo investigados por haberle recibido dinero a Murcia.
El joven estafador colombiano David Murcia Guzmán, "cerebro" de la pirámide financiera DMG, añadió un nuevo capítulo a su trepidante carrera con su extradición a Estados Unidos, donde es requerido bajo cargos de lavado de activos.
Antes de cumplir la treintena, Murcia ha experimentado el vértigo del ascenso, al pasar de ser un vendedor ambulante de mercancías en la selva colombiana a reunir en su conglomerado DMG a más de 20 empresas en Colombia.
Sin embargo, el joven empresario también tuvo ocasión de sentir el vahído de la caída desde que fue detenido el 17 de noviembre de 2008 en Panamá y deportado a Colombia, dos días después de la intervención de las autoridades a su conglomerado de empresas en Colombia.
Con tarjetas prepago
La pirámide financiera DMG captaba dinero a través de tarjetas "prepago" y a cambio del pago de intereses que superaban el 50 por ciento de lo consignado, mecanismo que instaló en Panamá, Venezuela y Ecuador y que planeaba establecer también en México, Perú y Brasil.
Un juez colombiano condenó a Murcia en diciembre pasado a más de 30 años de cárcel al encontrarle "responsable de lavado de activos y captación masiva y habitual de dineros del público".
Ahora una corte de Nueva York acusa a Murcia de mover varios millones de dólares, que al parecer eran de narcotraficantes, a través de más de 18 cuentas bancarias y de adquirir propiedades en Miami y California para ocultar ganancias ilícitas.
Se declarará inocente
Murcia aseguró el pasado noviembre que cuando llegue a Estados Unidos se declarará "inocente", que no hará "ningún trato con la justicia norteamericana" y explicó que no tiene "nexos con paramilitares ni con nadie para lavarles dinero".
Este escándalo ha estado marcado por el apoyo popular a la firma y a su creador y por la justificación que hacen los clientes a esa forma de ganar intereses por el dinero, frente a los malos servicios, altos costos y estrictos requisitos del sistema financiero.
El "cerebro" de DMG se caracteriza por verter polémicas declaraciones, entre las que destacan su confesión de haber financiado campañas políticas oficialistas en Panamá y haber aportado casi dos millones de dólares a los impulsores del referendo de reelección del presidente colombiano, Álvaro Uribe.
Lleno de excentricidades
Tras la intervención de DMG han venido a conocerse historias sobre excentricidades de Murcia, de quien se afirma que vivía en Ciudad de Panamá en un apartamento alquilado por más de $8,000 mensuales .
Entre los bienes decomisados al colombiano y a sus empresas figuran yates, un jet ejecutivo y una avioneta, automóviles Ferrari y Maserati y motos Harley Davidson.
Precisamente el pasado diciembre, la empresa Cardoze & Lindo compró por $600 mil una de las embarcaciones confiscadas en una subasta realizada por el Ministerio Público de Panamá con la que se resarcirá a los clientes panameños, cuyas pérdidas en el negocio piramidal del colombiano rondan los $3,5 millones.
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