Siempre dejo mi móvil, mi portátil y mi reproductor cargándose durante la noche, a pesar de que no lleve más de unas cuantas horas cargarlos por completo. ¿Debería quitarme esto el sueño? ¿Sería conveniente cargar mis dispositivos electrónicos durante los trayectos entre mi casa y el trabajo enchufándolos en el cargador del coche?
En lo que a pecados medioambientales se refiere, podéis situar éste en la categoría de venial. Sí, cargando vuestros gadgets durante más tiempo del necesario despilfarráis algo de energía. ¿Lograremos disminuir significativamente la huella de la esta lujuria tecnológica si mejoramos nuestros hábitos? No es muy probable.
Empecemos por el más dispositivo más ubicuo: el teléfono móvil. ¿Qué ocurre si dejáis los vuestros enchufados toda la noche? De acuerdo con las mediciones del laboratorio nacional Lawrence Berkeley (LBNL) del Departamento de Energía estadounidense, el teléfono móvil medio extrae 3,68 vatios de potencia eléctrica de la toma de corriente mientras se está cargando y 2,24 vatios si está cargado. Pongamos por caso el peor de los escenarios posibles y asumamos que os pasáis toda la noche sobrealimentando una batería cargada. Dejad el teléfono móvil medio enchufado durante ocho horas de más y consumirá alrededor de 0,018 kilovatios hora de electricidad. Haced lo mismo durante una semana entera y la cifra aumentará hasta 0,13 kWh; si lo hacéis cada noche del año, obtendréis una suma total de 6,5 kWh de electricidad.
Dado que el consumo medio de electricidad de los hogares estadounidenses es superior a 4.000 kWh al año (PDF), nuestra columna semanal 'The Green Lantern' no considera que unos cuantos kilovatios hora hayan de quitarnos el sueño. Haríais mucho más por el planeta si, por ejemplo, intercambiaseis una sola bombilla incandescente de vuestras casas por una fluorescente compacta; tal como 'The Green Lantern' señaló recientemente, este simple hecho aislado puede suponer un ahorro de 126 kWh al año. Además, cargar vuestros gadgets mientras dormís presenta la ventaja añadida de que hace pasar a la noche una pequeña parte de la energía que se consume durante las horas de luz, cuando la demanda es más alta, facilitándole un poco las cosas a vuestros sistemas locales de suministro eléctrico.
¿Y qué pasa si dejáis el cargador de vuestros móviles constantemente enchufado, incluso cuando el móvil en sí no está conectado a éste? ¿Cuánta potencia eléctrica fantasma se estaría chupando? Volviendo a las cifras del LBNL, si el cargador medio permaneciera enchufado las 8.760 horas del año, consumiría aproximadamente 2,3 kWh de electricidad. Como apunta el catedrático de la Universidad de Cambridge David MacKay en su libro 'Sustainable Energy—Without the Hot Air' (Energía sostenible – Sin palabrería), desenchufar obsesivamente vuestros cargadores es como "achicar el Titanic con una cucharita de café". Hacedlo, cómo no, pero "tened en cuenta cuán diminuto es este gesto", manifiesta. (Prosigue hasta señalar que, de acuerdo con sus cálculos, mantener el cargador de vuestros móviles desenchufado durante un año entero supone el mismo ahorro energético que saltarse un simple baño de agua caliente).
Probablemente tampoco valga la pena preocuparse por vuestros iPod o Zune: según Chris Calwell, fundador de la consultora de rendimiento energético Ecos, los reproductores de música digital consumen tan sólo en torno a entre 0,25 y 0,4 vatios si están totalmente cargados.
¿Y qué hay de los ordenadores portátiles? Si comprasteis el vuestro en los últimos años, no debe preocuparos mucho la carga nocturna. Según datos del departamento de TI de la Universidad de Pensilvania, que observó varios portátiles adquiridos entre 2005 y 2009, los portátiles de hoy no consumen más de entre uno y tres vatios cuando están apagados, pero siguen enchufados, y casi la misma cantidad si están en modo suspendido, lo cual hace que debamos meterlos en el mismo saco que a los móviles. El consumo de un portátil que está parado, no en modo suspendido, se acercará más a entre 15 y 20 vatios (puede que los ordenadores más viejos sean menos eficaces, aunque un informe de 2003 [PDF] mostró cifras más o menos similares para el consumo eléctrico en los modos suspendido y apagado).
Cargar vuestros gadgets en los trayectos de ida y vuelta al trabajo parece una buena idea, puesto que os permitiría controlar su progreso y desenchufarlos cuando hayáis terminado de llenarlos. Aun así, los modestos ahorros que lográis podrían fácilmente irse al traste por ineficiencias inherentes al sistema eléctrico de vuestros coches. Transformar la energía química de la gasolina en energía eléctrica es un proceso muy poco eficiente (a cada dos por tres, entre el motor y el alternador se pierde una parte del contenido de energía inicial en gasolina). Para cuando hayáis llegado a enchufar vuestro móvil o vuestro iPod al adaptador del encendedor de cigarrillos, estaréis obteniendo tan solo el 10% de la energía que introdujisteis inicialmente en el sistema. En un coche híbrido, tal vez esta cifra aumente hasta alrededor de un 20%. En contraste, la electricidad de las tomas de corriente de vuestras casas reparten en torno al 30% de la energía inicial de su fuente. Si el resto de variables son las mismas, entonces usar un enchufe de pared va a resultar ser más eficiente que enchufar los aparatos al coche.
Y también va a ser menos contaminante. En un coche normal, producir un kilovatio hora de electricidad genera aproximadamente 2,25 kilogramos de CO2. En el enchufe, por el contrario, esa misma cantidad de electricidad genera, de media, tan sólo 0,58 kilos de CO2. Además, la energía generada por el coche es más cara: según un trabajo de investigación de 2008, generar electricidad en un coche convencional cuesta, como poco, 0,5 euros cada kWh, algo así como siete veces lo que cuesta la electricidad doméstica.
1 comentarios:
se dañan las baterias al tenerlo cargado mucho tiempo
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